El ADN volvió a tener un nuevo avance en materia de estudios genéticos. Se trata de la posibilidad de obtener material genético de folículos pilosos aun cuando no haya raíces de por medio. Hasta hace poco, tanto en materia forense como en la genética clínica el principal problema para cualquier investigador que buscaba descifrar a quién le perteneció un pelo suelto era que sin raíz no había prueba.

Estas limitaciones aparecían en juicios, donde los científicos forenses  explicaban a los jurados por qué razón no pueden obtener ADN suficiente de un cabello tomado de una prenda, o cuando historiadores genealógicos apasionados analizaban un cepillo de un antecesor.

¿Quién descubrió este avance en el ADN?

El visionario fue Ed Green, paleontólogo en la Universidad de California, en Santa Cruz. Este erudito en la materia ya era conocido por su trabajo en el genoma neandertal. Ahora desarrolló una técnica que permite recuperar y secuenciar ADN de cabellos sin la raíz.

En los últimos 18 meses, se aplicó este procedimiento para obtener perfiles genéticos de cabellos de asesinos y víctimas en delitos sin resolver. Rae-Venter recordó un artículo que detallaba cómo voluntarios identificaron a los probables familiares de una niña enterrada en el patio trasero de una casa en California. La niña falleció a inicios del siglo XX, pero Green usó su pelo para confirmar el parentesco.

Para identificar a una persona, se requiere ADN nuclear. Los métodos tradicionales pueden obtenerlo de un pelo con raíz, aunque si se desprendió hace más de una semana, podría problemas afirman autoridades forenses. Las muestras biológicas también se pueden obtener de mucosas, cera de oído, chicle, restos óseos y colillas de cigarrilos que tuvieron contacto con saliva.

Consecuencias en delitos

Antiguamente, el ADN solía resolver un caso solo si coincidía con alguien en una base de datos criminal o con un sospechoso actual. Mas con el auge de la genealogía genética, que deja identificar ADN a través de primos en bases de datos genealógicos, se ha disparado el valor del ADN. Casi la mitad de las veces, los genealogistas genéticos le dirán que pueden transformar un perfil de ADN en el nombre de un sospechoso.

Natalie Ram, maestra de Derecho en la Universidad de Maryland, afirmó que aunque ve potencial, esto podría amplificar una tendencia hacia la colección excesiva de ADN por la parte de la gente.

Green es consciente de que la técnica podría ser usada para delitos menores, espionaje corporativo o bien acoso. Pero tiene la esperanza de que sea usado para bien.

No obstante, ni Ryan ni Green creen que sea probable que la técnica sea ampliamente utilizada en un futuro próximo. La secuenciación de cada pelo cuesta miles de dólares, y eso es ya antes de contratar a un genealogista genético para intentar identificar su origen.